La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el cáncer oral como un conjunto extenso de enfermedades que afectan la cavidad oral y la zona posterior de la garganta.

En este tipo de cáncer, las células normales de la boca sufren alteraciones genéticas que las convierten en células anómalas.

Estas células atípicas se multiplican sin control, formando un tumor que puede aparecer en distintas áreas: la lengua, las encías, el revestimiento de las mejillas, el paladar, debajo de la lengua o incluso en la parte posterior de la garganta.

Esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia en personas mayores de 40 años y afecta a más del doble de hombres que de mujeres.

La detección precoz y la atención profesional resultan fundamentales para un tratamiento eficaz. Adoptar un estilo de vida saludable y acudir a revisiones periódicas, como las que realizamos en nuestra clínica dental en Mataró, son medidas clave para prevenir y detectar a tiempo esta patología.

Factores de riesgo más comunes

Es fundamental que los profesionales en cirugía oral conozcan a fondo los factores de riesgo asociados al cáncer oral para poder actuar de forma preventiva y facilitar una detección precoz.

A continuación, se detallan los más frecuentes y cómo influyen en el diagnóstico:

  • Edad: Aunque la media de diagnóstico ronda los 62 años, se observa un descenso hacia los 52-56 años, en gran parte por el aumento de casos relacionados con el VPH. A partir de los 44 años, el riesgo se incrementa notablemente.
  • Tabaco: Fumar cigarrillos, usar vapeadores, shishas o tabaco de mascar eleva considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer oral.
  • Alcohol: Su consumo, incluso en cantidades moderadas, se asocia a un mayor riesgo de cánceres en la cabeza y el cuello.
  • Virus del Papiloma Humano (VPH): El VPH es la infección de transmisión sexual más común en el mundo. De sus más de 150 genotipos, al menos 15 tienen un alto potencial oncogénico. El VPH16, en particular, está relacionado con el cáncer de orofaringe, una forma poco común pero en aumento, asociada también al tabaco, el alcohol y ciertas prácticas sexuales.
  • Déficit de betacarotenos en la dieta: Alimentos como zanahorias, boniatos, pimientos, calabazas o plátanos contienen carotenos que actúan como protectores naturales, inhibiendo el desarrollo de células malignas.
  • Exposición prolongada a la luz ultravioleta: El cáncer de labio es más habitual en personas que trabajan al aire libre. La protección solar adecuada también juega un papel preventivo.

Aunque aún no existe una forma definitiva de prevenir el cáncer oral, adoptar hábitos saludables y acudir al dentista con regularidad puede reducir significativamente el riesgo.

¿Qué síntomas iniciales pueden alertarte?

Reconocer los primeros signos puede marcar la diferencia en el pronóstico. Algunos de los más comunes son:

  • Úlceras bucales que no cicatrizan.
  • Bultos o inflamaciones inusuales.
  • Dificultad al masticar o tragar.
  • Cambios en la movilidad de la lengua o mandíbula.
  • Dientes flojos sin causa clara.
  • Halitosis persistente.
  • Alteraciones en la adaptación de las prótesis dentales.

La vigilancia y la revisión periódica, claves en la prevención

Detectar el cáncer oral en sus primeras fases mejora considerablemente la efectividad del tratamiento y las probabilidades de recuperación.

Por eso, en DENTARÓ insistimos en la importancia de las visitas preventivas. Con un enfoque integral, valoramos no solo dientes y encías, sino también tejidos blandos y señales invisibles a simple vista.

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