Cuando faltan dientes no solo se ve comprometida la capacidad masticatoria. La pérdida dental también modifica el soporte de los tejidos faciales, altera la distribución de las fuerzas oclusales y puede transformar la armonía del tercio inferior del rostro.
Además, el uso de prótesis removibles puede generar inestabilidad funcional, lo que lleva a algunas personas a limitar su sonrisa o evitar situaciones sociales en las que comer o hablar requiera seguridad y control.
Esto ocurre a cualquier edad, pero es especialmente frecuente en pacientes mayores que llevan muchos años adaptándose a soluciones que ya no les resultan cómodas.
Sin embargo, existe una idea muy extendida que conviene aclarar: la edad no es un impedimento para colocar implantes dentales.
La decisión no depende del número de años, sino del estado general de salud y del hueso disponible.
Contenido
En clínica dental Dentaró, lo que realmente valoramos no es la edad, es la salud
Cuando estudiamos si una persona puede llevar implantes, lo primero que nos interesa saber no es cuántos años tiene, sino:
- Cómo se encuentra a nivel médico.
- Si la medicación está controlada.
- Cómo está la encía y el hueso en la zona a tratar.
- Y, sobre todo, qué desea conseguir.
Hay pacientes de 70 u 80 años con una salud estable, activos, autónomos y con una motivación clara de recuperar su calidad de vida. Y eso es lo más importante.
De hecho, los tratamientos con implantes en personas mayores tienen altas tasas de éxito y transforman de forma notable la comodidad al comer y la confianza al sonreír.
Cuando la prótesis de “quita y pon” deja de ser suficiente
Las dentaduras removibles pueden ayudar durante un tiempo, pero suelen acabar moviéndose, causando rozaduras o dificultando ciertos alimentos.
A largo plazo, pueden hacer que la mandíbula siga perdiendo hueso.
Por eso, incluso colocando solo dos o cuatro implantes, se puede conseguir que una prótesis completa quede firme y estable, sin desplazamientos al hablar o comer.
No siempre se necesitan “muchos” implantes para obtener un resultado cómodo.
Implantes dentales en pacientes mayores ¿Y si la persona tiene poco hueso?
La pérdida de hueso es algo habitual con los años.
Pero “poco hueso” no significa “no se puede”. Significa que hay que planificarlo de la forma correcta.
Hoy en día existen técnicas muy seguras y adaptadas:
- Implantes cortos, que requieren menos altura de hueso.
- Implantes angulados, que aprovechan zonas más firmes.
- Regeneración ósea cuando está indicada.
- Cirugía mínimamente invasiva, que reduce inflamación y recuperación.
La clave está en estudiar el caso con una prueba 3D (TAC) y diseñar el tratamiento con la meticulosidad que merece, paso a paso.
La importancia del soporte óseo en la rehabilitación
Cuando se pierde un diente, el hueso que lo rodea comienza a absorberse de manera progresiva. Este proceso afecta no solo a la estabilidad futura de una prótesis o implante, sino también a la estructura facial y al soporte labial. Evaluar el volumen y la calidad del hueso es clave para planificar una rehabilitación estable.
En los casos en los que existe pérdida ósea, se pueden aplicar técnicas de regeneración ósea o injertos que permiten recuperar ese soporte y crear una base sólida para el implante o la prótesis. Este paso no es un añadido: es lo que garantiza que la solución final sea cómoda, natural y duradera en el tiempo.
Función masticatoria y redistribución de cargas
La rehabilitación no sólo busca “tapar un hueco”. Los dientes trabajan en conjunto como un sistema. Cuando falta uno o varios, las fuerzas de la masticación se redistribuyen de forma desigual, lo que puede provocar desgaste acelerado, fracturas dentales o sobrecarga de la articulación temporomandibular.
El tratamiento adecuado restablece el equilibrio de la mordida para que cada pieza asuma la carga que le corresponde. De esta manera, se protege la prótesis, los dientes naturales remanentes y la articulación, repercutiendo directamente en comodidad, eficiencia masticatoria y bienestar a largo plazo.
Estética natural sin perder función
La estética no es un extra: es parte de cómo se integra la sonrisa en la expresión facial. Una rehabilitación bien planificada respeta la forma de la arcada, el relieve de la encía, el soporte del labio y la proporción dental.
El objetivo es devolver armonía: que la sonrisa acompañe a la persona sin alterarla.
Cuando la estética está pensada desde la función, el resultado no solo se ve natural, también se siente natural: al hablar, al reír y al comer.
Acompañamiento y adaptación al ritmo del paciente
Un tratamiento dental, especialmente cuando implica recuperar piezas perdidas, no se basa únicamente en la técnica o en el resultado final. También importa cómo se llega hasta él.
Cada paciente tiene un ritmo, unas expectativas y una historia. Por eso, en la consulta dedicamos tiempo a explicar cada paso con claridad, resolver dudas y ajustar el tratamiento para que la experiencia sea lo más cómoda posible.
El manejo del dolor es preciso, la prótesis se adapta de forma progresiva y las revisiones iniciales nos permiten acompañar el proceso con cercanía y control clínico.
Entonces, los Implantes dentales en pacientes mayores ¿son una opción?
En la mayoría de los casos, sí. Los tratamientos para reemplazar piezas —ya sea con prótesis sobre implantes, implantes unitarios o rehabilitaciones completas— son soluciones que devuelven función y estética de forma estable y duradera.
Pero la elección nunca es estándar: depende de la salud del hueso, de la encía, de la función mandibular y de los objetivos de cada persona. Por eso la valoración personalizada es indispensable.
No existe una edad límite para recuperar comodidad, seguridad y bienestar al comer y sonreír. Existe un punto de partida —y desde ahí, se puede construir.
Si sientes que quieres volver a comer con comodidad, sonreír sin miedo o simplemente entender qué opciones tienes en tu caso, en DENTARÓ puedes pedir una revisión sin prisa.
La valoración es siempre personalizada y la conversación también. Te acompañamos con calma y claridad desde nuestra clínica en Mataró.
Llámanos al 937 902 687 o al 616 196 328 o pide tu cita a través de nuestra contacto y valoraremos tu caso, revisaremos tu TAC y te explicaremos la mejor alternativa con total claridad.
